viernes, 18 de agosto de 2023

mi amiga Gloria Fuertes

Mi amiga Gloria Fuertes, que se hizo amiga mía el día que me regalaron su libro: "Historia de Gloria: amor, humor y desamor", vive en mi mesilla desde entonces, y hace ya 30 años, decía cosas tan bonitas como estas:

 
ESCRIBO

Escribo sin modelo
A lo que salga,
Escribo de memoria
         De repente,
Escribo sobre mí,
         Sobre la gente,
Como un trágico juego
sin cartas solitario,
barajo los colores,
         los amores,
las urbanas personas
las violentas palabras
Y en vez de echarme al odio
O a la calle,
Escribo a lo que salga.
(De Historia de Gloria, Madrid: Cátedra).


ARTE POÉTICA

Escribo como escribo,
A veces deliberadamente mal,
Para que os llegue bien.
(De Historia de Gloria, Madrid: Cátedra).




Yo, siempre supe que ella era mi amiga; es una pena que ella no supiera que yo era amiga suya... ¿o quizá sí lo sabía? ¿quizá sabía que, en las noches solitarias, somos muchos los amigos, que estamos conectados de algún modo, sin que nosotros mismos nos demos cuenta?

hijos

                                                                                                                30/12/12

Aquí estoy echándolos de menos.

Ayer mismo, les echaba de más: me vuelven loca. Sobre todo cuando están contentos y juegan entre ellos. Son muy escandalosos cuando están contentos. Espero que sea la adolescencia, y que, a medida que cumplan años, vayan bajando el volumen de sus explosiones hormonales.

Pero, lo malo es, cuando tienen algún problema. Entonces se me viene el mundo encima. Empiezo a pensar que esto de ser madre single me viene grande. Que debí pensarmelo mejor antes de traerlos al mundo. Que no es cierto eso de que crezcan solos. Que van a acabar mal por no ser yo una buena madre...

Pero,luego, se van unos días con su padre, y yo empiezo a pensar que qué clase de vida vacía sería una vida sin hijos, sin alguien que te vaya mostrando el paso del tiempo y las


 son casi perfectos y que algo tendrá que ver lo que yo he hecho en eso. Y

martes, 23 de octubre de 2012

CATALANES, GALLEGOS Y VASCOS POR CASTELAO


Por lo visto, D. Alfonso Daniel Rodríguez Castelao, que es político, escritor, pintor, médico y dibujante gallego, así como uno de los padres del nacionalismo gallego, ha dicho algo que a mí me parece una tontería. Reproduzco literalmente:

“Los catalanes, los gallegos y los vascos serían anti-españoles si quisieran imponer su modo de hablar a la gente de Castilla; pero son patriotas cuando aman su lengua y no se avienen a cambiarla por otra. Nosotros comprendemos que a un gallego, a un vasco o a un catalán que no quiera ser español se le llame separatista; pero yo pregunto cómo debe llamársele a un gallego que no quiera ser gallego, a un vasco que no quiera ser vasco, a un catalán que no quiera ser catalán. Estoy seguro de que en Castilla, a estos compatriotas les llaman "buenos españoles", "modelo de patriotas", cuando en realidad son traidores a sí mismos y a la tierra que les dio el ser. ¡Estos sí que son separatistas!”.


Desde luego, cuando queremos sacar las cosas de quicio, no se libra de decir tonterías ni el más pintao. Otro que le buscó tres pies al gato. Pero ¿qué chorrada es esa de un gallego que no quiera ser gallego, a un vasco que no quiera ser vasco, a un catalán que no quiera ser catalán?


Yo entiendo, que ser español y gallego, o español y catalán, o español y vasco, no es excluyente, como no lo es ser española y castellana a la vez. Otra cosa distinta es pedir la independencia. Pero el silogismo:

"si un gallego o un catalán o un vasco que pide la independencia es que no quiere ser español, entonces uno que no pide la independencia es que no quiere ser gallego, catalán o vasco"

a mí modo de ver, está bastante mal construído. Tan mal, tan mal, que llega al punto de "chorrada", con todos mis respetos.

Al mismo nivel de "chorrada" que el hecho de que en una democracia estén prohibidos los referendums. Vamos, que a mi modesto entender las expresiones "democracia" y "prohibir referendums" sí que son excluyentes entre sí, de tal modo, que si alguien piensa que no son excluyentes, entonces es que no es demócrata. Con todos mis respetos.

Ah, y a ver si alguien le explica a Castelao que en Castilla, a uno que no quiere ser de su tierra no se le llama "patriota", se le llama "RENEGADO". Y además, según la RAE: España y Castilla, no son sinónimos: En España además de Castilla, está León, está la Mancha, está Andalucía, está Canarias, está Asturias, está Ceuta....

A ver, que el hecho de que desde el Gobierno se vitupere a los independentistas, no implica que todo lo que digan éstos esté bien dicho.

lunes, 20 de agosto de 2012

Actitud positiva

Nunca me han gustado los libros de autoayuda; lo más parecido que he leído es la frase esa de "yo soy yo y mi circunstancias", y la creo a pies juntillas. No me creo eso de que con actitud positiva atraes cosas buenas y con actitud negativa atraes cosas malas, de hecho, yo tuve la actitud más positiva del mundo en una familia feliz pero me tuve que divorciar; juro que puse todo mi empeño en tener un marido perfecto, pero no se me hizo, lo mismo es que no lo hice bien por no haber leído el libro ese del Pensamiento Positivo, cachis.

Lo que sí sé es que la forma de encarar las cosas sí que importa: si yo me regodeara en mi desgracia, seguramente a estas alturas sería una alcohólica. Yo no voy por el mundo quejándome de tener que encarar mis problemas sola, ni de que cuando se me acaba el sueldo todavía me queda mucho mes, ni de el mogollón de cosas que me pasan,... simplemente porque me niego a que las circunstancias me puedan. ¿Qué ganaría yo con quejarme de mis desgracias?...¿que me compadezcan?¿Y de qué me serviría eso?

Claro que de vez en cuando, las circunstancias me superan y entonces lloro, que llorar es sano (a mí no me desahoga nada, pero me limpia los ojos y me los deja mucho más bonitos), pero luego digo lo que Escarlata O'Hara "mañana, ya pensaré en algo mañana".

Yo voy por el mundo con actitud positiva, y lo que consigo no es que me pasen cosas buenas, si no que al estar en actitud positiva, soy capaz de disfrutar de los momentos buenos, que no son tan pocos. Y de buscar soluciones a los momentos malos, que me reconocerás, que con actitud positiva es más fácil encontrar soluciones. Y así voy: tirando p'alante como puedo, que p'atrás ni pá coger impulso.

sábado, 11 de agosto de 2012

Hay alternativas (4): ¿despedir funcionarios?

Una de las principales causas de esta falta estructural de
puestos de trabajo en España es el escaso desarrollo del sector
público y, muy en particular, de los servicios públicos del
Estado del Bienestar, tales como sanidad, educación, servicios
sociales, escuelas de infancia, servicios de ayuda a las personas
con dependencia, vivienda social y otros servicios, como veremos
en el capítulo siguiente. Si España, que en estos momentos
tiene un 9 por ciento de su población empleada en estos servicios,
tuviera el porcentaje que tiene Suecia (25 por ciento),
tendría como poco 5 millones de puestos de trabajo más de los
que tiene ahora, cifra que es superior, por cierto, al número de
desempleados actual, lo que significa que el desempleo no existiría
en España.

Tales puestos de trabajo podrían financiarse con los 200.000
millones de euros más de los que recibe el Estado español
(tanto central como autonómico y municipal) si éste tuviera la
política fiscal que tiene Suecia, como veremos en el capítulo de
la financiación de la economía.
El problema, pues, no es económico, sino político, y ello
aparece con toda claridad cuando se analiza quién paga
impuestos en España, y más concretamente que la mayoría de
su recaudación procede de las rentas del trabajo. La población
que está en nómina paga, en general, unos impuestos que proporcionalmente
son semejantes a los impuestos de sus homólogos
en la Unión Europea de los Quince, y sólo ligeramente inferiores
a los que pagan sus homólogos en Suecia.
El trabajador de Seat, por ejemplo, paga en impuestos el 75
por ciento de lo que paga el trabajador de Volvo. Pero los
españoles ricos y los grupos de gran poder fáctico (banca y gran
patronal) pagan en impuestos sólo el 20 por ciento de lo que
pagan sus homólogos en Suecia. Una circunstancia que sólo se
puede explicar gracias al enorme poder político y mediático de
estos últimos, que impone las políticas fiscales regresivas que,
en gran parte, son las que explican los bajos ingresos al Estado
y la escasa creación de empleo público.
En contra de las falsedades que se vienen diciendo para justificar
el recorte del gasto y del sector público, lo cierto es que
España es uno de los países integrantes de la UE-15 con un sector
público de menor tamaño. Nuestro porcentaje de población
empleada en él sobre el total de población activa era del 12,75
por ciento en 2008 mientras que el de Dinamarca llega al 31,27
por ciento, el de Finlandia al 24,64 por ciento o el de Suecia al
26,2 por ciento en 2007. Y, a diferencia de lo que también se
afirma, el crecimiento del empleo ha sido más rápido en el sector
privado que en el público.
Es verdad que desde 2000 hasta 2008 el gasto público realizado
por España ha aumentado de forma significativa, con una
media del 5 por ciento anual, que es superior a la de la UE-15,
que fue del 3,4 por ciento. Pero hay que tener en cuenta que el
déficit que presenta España en cuanto a gasto público respecto
a la UE-15 es muy grande. Así, a pesar de este crecimiento,
todavía tenemos un gasto público por habitante de 2.600 euros
(estandarizados) menos que el promedio de la UE-15.
Además, España era en 2008 el país de la UE-15 que menos
gastaba en salarios a los trabajadores públicos y el quinto que
menos gastaba en compensación salarial a sus empleados
públicos por habitante.
Y por ello resulta que para crear empleo sea necesario y
urgente dimensionar nuestro sector público, al menos como en
los países más desarrollados de nuestro entorno, aumentar los
impuestos y su progresividad y, como veremos en el capítulo
siguiente, reducir el déficit social de España, que tiene el gasto
público social por habitante más bajo de la Unión Europea de
los Quince.

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