sábado, 11 de agosto de 2012

Hay alternativas (3): El pleno empleo no interesa a los políticos

"El que fue ministro español de Economía, Carlos Solchaga, lo expresó claramente en un libro en el que comentaba su experiencia de gobierno: "La reducción del desempleo, lejos de ser una estrategia de la que todos saldrán beneficiados, es una decisión que si se llevara a efecto podrría acarrear perjuicios a muchos grupos de intereses y a algunos grupos de opinión pública."

Esto es así porque cuando hay un alto nivel de desempleo se puede contratar el trabajo a salarios más bajos ya que hay más personas que desean trabajar pero no encuentran empleo y, por tanto, estarán dispuestas a aceptar sin rechistar las condiciones de trabajo que se les ofrezcan." p 84

"...los liberales afirman que el paro o desempleo es siempre voluntario, porque podría eliminarse simplemente si los trabajadores aceptan trabajar a salarios más bajos." p. 86

"el último Pacto del Euro afirma que lo que necesitan las economías europeas para crear empleo es ser más competitivas. Esto significa, salarios más bajos porque se supone que así las mercancías se van a producir más baratas y, por tanto, que se van a vender con mayor facilidad y entonces emplear a más trabajadores. Lo que no explican, es a quién van a venderse esas mercancías de más si la población que podría comprarlas tiene cada vez menos capacidad de compra porque bajan sus salarios."p. 88

"Fue Keynes el economista que mostró que la tesis según la cual la creación de empleo depende del coste del trabajo es una falacia, porque, decía él, el trabajo es una mercancía muy especial y nunca va a ser posible que el salario baje como afirman los liberales. Y, sobre todo, decía Keynes, porque por muy bajo que sea el salario ¿para qué va a contratar a más trabajadores una empresa si no tiene clientes a quienes vender sus productos? A diferencia de los liberales, para Keynes la creación de empleo dependería por tanto, no delnivel del salario sino de que hubiera suficiente demanda de bienes y servicios.

Y es que la tesis liberal según la cual la creación de empleo depende sólo del coste del trabajo y que inspira a las políticas neoliberales lleva a una conclusión que no puede calificarse sino de absurda e inaceptable: para cualquier nivel de producción se puede crear entonces tanto empleo como se quiera con tal de que los salarios sean suficientemente bajos.

...Autores como Galbraith y Deepshikha Roy-Chowdhury han demostrado que en Europa y entre 1980 y 2005 no se da la relación que defienden los neoliberales sino todo lo contario: las variaciones de los salarios y del empleo en ese largo periodo han ido de la mano porque cuando aumentaban los salarios aumentó también el empleo, y cuando se redujeron, bajó.

Muchos estudios han demostrado también en los últimos años que la tesis de la flexibilidad defendida por los neoliberales no es cierta. Incluso la propia OCDE, una de las cunas del pensamiento ortodoxo, tuvo que aceptar en su informe de 2006 que la realidad muestra que distintos países han conseguido buenos resultados en el empleo con instituciones del mercado de trabajo "extermadamente diferentes", es decir, incluso con mercados que los neoliberales considerarían muy rígidos. " p. 89





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